Carcinoma epidermoide

viernes, 6 de febrero de 2009

Representa alrededor del 20% de todos los casos de cáncer de piel (el segundo más frecuente de los cánceres de la piel, después del basocelular).

También se conoce como epitelioma espinocelular, es una neoplasia cutánea maligna derivada de las células de epidermis o sus anexos, se caracteriza por lesiones vegetantes, verrugosas o ulceradas que predominan en cabeza y extremidades, su crecimiento es rápido y puede establecer metástasis en ganglios regionales y otros órganos.
Las metástasis pueden diseminarse principalmente por vía linfática, por la infiltración local, o por fascias o músculos; o hacia el perineuro o el espacio perivascular. Las causas multifactoriales que producen este cáncer son ambientales y del huésped siendo de las más importantes, la exposición prolongada a la luz solar.
Aparece más frecuentemente en personas de piel blanca y ojos claros.
Predomina en partes expuestas a la luz solar, también puede observarse en las mucosas genital, bucal y anal. Casi siempre aparece sobre una queratosis actínica o sobre una piel dañada por la luz solar; y en menos frecuencia, en piel de aspecto sano. La evolución es crónica pero más rápida que la del carcinoma basocelular.
Afecta en general a mayores de 60 años, predominando en hombres con antecedentes de exposición prolongada a radiaciones ultravioleta. Han sido implicados otros factores como la herencia, alquitrán de hulla, radiaciones ionizantes, cicatrices, quemaduras, úlceras crónicas, osteomielitis y arsénico. Donde más se presentan las lesiones es en áreas expuestas, sin embargo estas pueden aparecer en cualquier otra zona de la piel. Predominan en labio inferior, pabellones auriculares, dorso de manos, mucosa oral, anal o genital. Casi siempre surgen en una queratosis actínica previa.

El carcinoma epidermoide se clasifica según sus características principales, en:
• superficial,
• nodular o tumoral,
• queratósico,
• ulceroso,
• vegetante o verrugoso, y
• epiteliomatosis múltiple.

El estudio histopatológico de esta afección presenta en la epidermis hiperqueratosis con paraqueratosis, proliferación irregular de células del estrato espinoso de la epidermis, dispuestas en cordones mal delimitados que invaden la dermis; hay atipias celulares que se manifiestan por variaciones el tamaño de las células y su núcleos, mitosis áticas, queratinización individual y falta de intercelulares.

CLINICA
Superficial.
Es un carcinoma in situ también llamado enfermedad de Bowen. Predomina en Tórax y está constituido por una placa circular de varios centímetros , bien limitada, eritematosa, ligeramente costrosa, asintomática y de crecimiento lento.
Ulceroso.
Es la forma mas frecuente y con mayor capacidad de ocasionar metástasis. Las lesiones presentan una superficie irregular, presentando tejido friable y siendo muy destructivas.
Nodular.
Es una lesión exofítica y queratósica con base infiltrada que puede dar lugar a un cuerno cutaneo. También puede tener aspecto de crater con acumulo queratósico.
Vegetante.
Es una neoformación de 1 a 10 centímetros de aspecto carnoso, facilmente sangrante que puede surgir sobre úlceras crónicas, quemaduras o zonas de radiodermitis.

PRONÓSTICO
Depende del estadío de la enfermedad, del tamaño de la tumoración, de la afectación de las cadenas ganglionares y de las metástasis a distancia.
A medida que va creciendo, puede dar metástasis en ganglios linfáticos, se afectan los ganglios submandibulares y por vía hemática pueden dar metástasis en hígado, pulmón y huesos.


TRATAMIENTO
En la mayoría de los pacientes el tratamiento es quirúrgico (esceción simple, electrodesecación y curetaje, criocirugía, cirugía de Mohs, por láser y cirugía de ganglios linfáticos). Las neoplasisas recurrentes tienen del 25% al 45% de probabilidad de producir metástasis. Hay controversia respecto al tratamiento con electrodesecación en neoplasias de poca extensión y profundidad.
Puede utilizarse también la radioterapia superficial, y quimioterapia carboplatino (paraplatin, platinwas) . El interferón se utiliza sólo en pacientes a los que no se les puede practicar otros tratamientos. En general el tratamiento debe confiarse a un oncólogo con especialidad en cáncer de la piel. Es importante brindar apoyo psicológico transmitiendo un mensaje de esperanza.

2009

Datos personales